viernes, 3 de enero de 2014

.Ella.


Estaba todo listo, se encargó de preparar el momento perfecto.
No estaba loca, no importaba que no la comprendiesen, ya no, ya daban igual las palabras, los hechos, el dolor...
Ella lo sabía, sabía que por fin acabaría, que por fin podría descansar.
Era especial... no podía faltar detalle alguno...
Todo en su sitio, la luz de las velas, la intimidad de la noche, cuando todos duermen, cuando nadie podría molestarla, cuando podía sacar su máscara y mostrarse sin pudor alguno, a corazón abierto... Si, era perfecto...
Con toda frialdad y naturalidad del mundo, se dispuso a ponerse sus "mejores galas", la ocasión lo requería, era especial. Lo que tanto había ansiado durante su vida...
Piel pálida, ojos con ligera sombra negra, y ese vestido... Era perfecto... De raso y terciopelo, largo hasta tocar suelo... mangas de gasa... Como siempre lo había imaginado...
Sentía miedo, y a la vez un gran alivio interior, por fin iban a callar sus voces, por fin el daño desaparecía...
No, no estaba loca... nunca lo estuvo... tan solo quería poder descansar en paz, una paz real, una paz que envolviese su alma y su mente... La paz absoluta, matar al dolor.
Era perfectamente imperfecta, era el momento, tuvo que serlo